La Ciénega: Emblemática hostería con tres siglos de historia

 

Recorrer este invaluable monumento histórico, de corte colonial, que guarda entre sus anchas paredes de piedra los pormenores de aquellos sucesos de notabilidad nacional y mundial, como los acontecimientos previos a la Revolución de Quito con la presencia de los Próceres de la Independencia, permanencia en calidad de huéspedes por parte de importantes científicos de relevancia mundial y visitas frecuentes de orden familiar o político develan el alto grado de importancia de la hacienda La Ciénega.

Su sobria construcción con piedra fina y argamasa, majestuosa fachada exterior, amplios patios, corredores perfectamente empedrados y habitaciones decoradas a la altura de un Palacio Real hacen suponer que antaño bien habría podido albergar a un monarca.Edificación increíble que a pesar de la intensa actividad geológica que mostraba la furia de nuestros volcanes Cotopaxi y Quilotoa, acompañado de fuertes terremotos que sepultaron a miles de habitantes y pueblos enteros; la casa de hacienda permaneció intacta, probablemente debido a sus paredes de dos metros de espesor, ubicación en una zona pantanosa o como reza la tradición popular gracias a Nuestra Señora del Rosario, Patrona de La Ciénega, en donde aún conserva su maravillosa capilla colonial.

UBICACIÓN.- La Ciénega, hacienda colonial de las más antiguas y señoriales de la provincia de Cotopaxi, convertida desde 1982 en hostería, se sitúa en Lasso a una hora de la ciudad de Quito "Alma del Mundo", en el corazón del Ecuador. Rodeada por gigantescos árboles de eucalipto y teniendo como su eterno centinela al volcán Cotopaxi que en lengua local significa "Cuello de Luna, en lenguas caribeñas "Rey de la Muerte", en Cayapa "El Cuello Ardiente" y en lengua Quichua "Masa de Fuego", se ha convertido en un destino turístico patrimonial con características particulares que hacen de esta antigua hacienda un destino exquisito y frecuentado por extranjeros.

SUCESIÓN HEREDITARIA.- La tierra fue dividida en áreas de sembradura y estancias para cría de ganado; los obrajes, telares y minas constituyeron la fuerza económica del Asiento de Latacunga durante el dominio español, al igual que el resto geográfico de lo que fuera el Reino de Quito. La vasta extensión del Asiento, según el historiador Neptali Zúñiga se extendía desde Panzaleo hasta mas allá de Mocha y desde Pillaro y Quijos hasta Angamarca y Sigchos.

Por: Manuel Montúfar Flores. | Leer más...